En esta ocasión, vamos a dar un paseo por… la Casa Loggia, quinto caso del programa Case Study House de la revista californiana Arts and Architecture. Analizaremos las características fundamentales de esta vivienda diseñada por Whitney R. Smith que lamentablemente no sobrepasó la fase de anteproyecto.
EL PROYECTO EN LA REVISTA
El contenido explicativo de la Case Study House 5 en la revista no fue uno de los más extensos, pese a que nos encontramos frente a una de las resoluciones formales de planta más innovadoras del programa.
El anteproyecto de Whitney R. Smith fue presentado en el número de Septiembre de 1945, contando con 5 páginas, en las que el texto explicativo se situaba en dos de ellas. Hay que esperar a Abril de 1946 para que se incluyera nueva información sobre el proyecto. En dicho número se exponían fotografías de la maqueta realizadas por Julius Schulmann. Sin embargo, el texto que las acompañaba no añadía información extra a lo ya expuesto con anterioridad.

Por otro lado, sorprende con respecto a casos anteriores, que no se mencionen los condicionantes impuestos por la revista, desconociendo la ubicación de la vivienda, así como las características de la familia que va a habitarla y la problemática tipo. Éstos eran factores que la revista imponía a los arquitectos para que lo resolvieran de la manera más óptima bajo el cumplimiento de seis condiciones.
Sin embargo, durante la exposición queda muy clara la idea generatriz del proyecto, siendo muy descriptiva la espacialidad de los ámbitos y su interrealación, lo cual explicaremos con profundidad posteriormente. Igualmente, queda constancia de la sensibilidad de Smith en la elección y empleo de los materiales, logrando integrar la vivienda en su entorno natural circundante.
EL REFUGIO BAJO UN PATRÓN
Whitney R. Smith parte de la concepción de refugio para el diseño de la casa Loggia. El arquitecto busca un espacio recogido que permita una vida introspectiva, incluso dentro de la agitada metrópolis. Este concepto de refugio es potenciado mediante la ubicación de la vivienda a una cota inferior de la zona de llegada, lo que obliga a realizar un camino descendente para acceder al interior, generando un efecto cueva o madriguera. La introducción de voladizos en cubierta de espesor importante y la elección de materiales cálidos y naturales, como el adobe y la madera, favorece esta sensación de acogida. Este aspecto queda perfectamente reflejado en la siguiente perspectiva.

Para la configuración de este refugio, Smith hace uso de un patrón conformado mediante la diposición en planta de diferentes unidades cuadrangulares que dialogan entre sí. Más allá de la belleza formal de la planta resultante, destaca el hecho de que ésta disponga las piezas de un modo no convencional. En dicha planta no se distingue la entrada, no se observan pasillos y los muros aparecen y desaparecen de una forma que puede resultar en principio caprichosa.

En la planta puede observarse sombreado en color amarillo estas unidades cuadrangulares, destinadas a dormitorio, salón, comedor y cocina; mientras que en gris muy claro se encuentra sombreado el espacio Loggia en torno al que se organiza todo el programa. Cada unidad se subdivide a su vez en otras unidades cuadrangulares más pequeñas, generando un modelo introspectivo en el que cada pieza posee una función específica dentro del conjunto. Además, el recurso formal del cuadrángulo se traslada a otros elementos tales como los parterres y la piscina, lo que otorga una gran coherencia.
Por otro lado, el arquitecto estadounidense pretende distinguir el uso de las diferentes zonas de la vivienda mediante el tratamiento del pavimento. De esta forma, la zona destinada a Loggia y a comedor, aquellas más públicas, presenta un tipo de pavimentación diferente que las zonas de dormitorio, cocina y salón, aquellas más privadas.
PROGRAMA DE LA VIVIENDA
Tanto el tráfico rodado como el peatonal acceden a la vivienda por un camino flanqueado de altos eucaliptos, llegando a una zona exterior semicubierta en la que una escalinata descendente nos da acceso a la vivienda propiamente dicha. Por lo tanto, el arquitecto renuncia a la inclusión de dos entradas diferenciadas, una principal y otra desde el garaje, primando el empleo de ésta última, lo que pone de manifiesto la importancia otorgada al automóvil como un elemento imprescindible en el programa de la vivienda. Este aspecto ya se desarrolló en el punto 3 del artículo de la CSH 2.

Una vez en el interior, el usuario se encuentra en el espacio Loggia (B), el corazón de la vivienda en torno al cual se organizan el resto de espacios ordenados en patrones cuadrangulares. La Loggia se relaciona directamente con un jardín ubicado al oeste (P), y presenta una gran flexibilidad, ya que se puede configurar según los gustos o necesidades del usuario. Para ello, el arquitecto incorpora una serie de ventanales correderos que permiten integran o aislar el salón (A) y el comedor (C) con la Loggia. Además, el mobiliario está pensado para poder permanecer integrado en la pared dejando el espacio diáfano, o sacarlo generando una gran número de opciones de amueblamiento.

La Loggia funciona entonces como un lugar social dentro de la vivienda. Es el espacio más público, ya que este ámbito puede permanecer abierto al jardín y a la piscina, la mayor parte del año, gracias al benévolo clima californiano. Por lo tanto, el arquitecto destina su uso a actividades físicas lúdicas, como jugar al ping-pong, sin descartar por ello actividades más relajadas como tocar el piano.
La cocina (D) se une con el comedor por medio de un mostrador buffet, pero sin perder la independencia que dicho espacio requiere. Su iluminación se realiza cenitalmente a través de una claraboya, lo que permite aprovechar todo el espacio de sus paredes para almacenamiento o muebles.

Los dormitorios, la zona más privada de la vivienda se ubican en la zona este. El dormitorio principal (H) y el de los niños (E) comparten baño (F y G), dividiendo la zona de aseo de la de baño propiamente dicha. En un cuadrado independiente, dentro del patrón de planta de la vivienda, se ubica el cuarto de invitados (K), provisto de su propio baño (J). Estas unidades habitacionales cuentan con un jardín cercado en la zona este, lo que aporta gran privacidad a las unidades de noche.

Tanto la cocina como la habitación de los niños cuentan con acceso directo a una zona de juegos exterior (N). De esta forma, los espacios exteriores se dividen en tres jardines, lo que permite crear tres ambientes diferentes: uno asociado a las actividades sociales de la familia, otro destinado al relax de los moradores de la casa y un tercero para el esparcimiento de los niños.

CONSTRUCCIÓN Y MATERIALES
Durante del desarrollo de su profesión, Whitney R. Smith mostró un evidente respeto por la naturaleza, presentando una notable sensibilidad entre lo construido y el entorno natural, lo que se manifestaba en una magnífica integración entre ambos.
Pese a no poder ver esta vivienda ejecutada, la elección de los materiales establecida por Smith, deja patente esta sensibilidad del arquitecto. Todos los materiales son naturales y se relacionan directamente con el lugar en el que se implanta el edificio. Así, para los muros combina el mismo adobe empleado en las construcciones tradicionales nativas, paneles de madera de eucalipto autóctono y ventanales de vidrio. Destaca una pared de adobe con placas de pavés integradas que genera un cierre decorativo a la par que ligero, permitiendo filtrar la luz entre el salón y la entrada. La misma madera de eucalipto de los paneles se emplea en los voladizos de las cubiertas del edificio. El uso de estos materiales permite aligerar el peso que debe soportar la estructura, a la vez que otorgar gran calidez a la construcción, de acuerdo al concepto de refugio de Smith.

La estructura de la vivienda, sin embargo, se proyecta en acero. Para esta decisión, el arquitecto estadounidense se basó en condicionantes técnicos, empleando un sistema adecuado a la sismicidad de la zona.
Para los pavimentos, Smith seleccionó nuevamente materiales naturales y acordes a las construcción tradicional californiana. De esta forma, empleó el adoquín rojo en las zonas exteriores y la Loggia, mientras que en el resto de estancias dispuso un pavimento de corcho, diferenciando entre zona pública y zona privada.
En cuanto a las instalaciones, Smith no proporciona mucha información, mencionando únicamente que la climatización de la vivienda se realizará mediante conductos de aire.
Concluiremos la exposición resaltando la valiente elección de materiales que realizó Smith, en la que primó el respecto por lo nativo californiano; así como el desarrollo en planta de una distribución poco convencional. Mediante ambos aspectos, el arquitecto norteamericano consiguió generar un proyecto que fue admirado por su singularidad. Pese a ello, desgraciadamente, la Case Study House 5 nunca llegó a construirse.