En Diciembre de 1945 se presentaron las Case Study House 8 y 9 de manera conjunta, diseñadas ambas por los arquitectos Charles Eames y Eero Saarinen. Las dos viviendas contaban con clientes desde el principio y, pese a que daban respuesta a soluciones específicas, aspiraban a convertirse en arquitecturas reproducibles de acuerdo a las exigencias del programa. Las construcciones se iban a implantar en el mismo solar, un extenso y boscoso terreno con vistas al Océano Pacífico en del distrito Pacific Palisades de Los Ángeles. Lo suficientemente lejos de la ciudad para disfrutar de las ventajas de la naturaleza y lo suficientemente cerca para no perder la sensación de seguridad. La alusión a los elementos naturales circundantes se hace evidente en la portada de presentación de ambos proyectos.

A lo largo de este artículo, vamos a dar un paseo por… la Case Study House 8, también llamada Casa Eames en honor a sus propietarios, analizando las vicisitudes que se dieron durante su alumbramiento y sus características arquitectónicas fundamentales.
LOS COMIENZOS EAMES-SAARINEN
La octava vivienda del programa Case Study House estaba destinada, pese a que la revista no lo menciona, la construcción estaba destinada a albergar la residencia y el estudio del matrimonio Charles y Ray Eames, ambos partícipes directos del diseño de la misma. El matrimonio era colaborador de la revista desde hacía años, Ray había diseñado muchas de sus portadas y Charles era editor asociado. Además, compartían amistad y negocios con John Entenza, editor principal de la revista.
La vivienda debía albergar espacios para la vida doméstica y laboral, y el diseño tenía que estar orientado a minimizar las labores de mantenimiento y cuidado de la misma, facilitando la vida a los moradores. La relación con la naturaleza era de vital importancia, ya que aportaba la relajación necesaria que buscaba el matrimonio Eames.

La propuesta se basa en la implantación de dos volúmenes independientes, uno destinado a residencia y el otro destinado a taller. El programa de la vivienda propiamente dicha se desarrolla en un paralelepípedo que queda elevado del suelo y apoyado en esbeltos pilares que favorecen su visión como volumen flotante. El acceso a la vivienda se realiza mediante una escalera de caracol y el programa dispone de dos dormitorios, un amplio salón con tabiques correderos que permite sectorizar o unir el espacio según las necesidades, una cocina, una lavandería y dos baños.

La estructura de la vivienda es verdadera protagonista de su diseño. Así, dos grandes cerchas metálicas sujetan el esqueleto del conjunto, dividido en cuatro crujías, y apoyan en esbeltos pilares que transmiten las cargas al terreno. La elevación del volumen que alberga la vivienda permite crear una relación más directa con la naturaleza circundante, contando con unas excelentes vistas al Océano Pacífico desde el salón y los dormitorios de la vivienda.

La vivienda parece tener problemas de abastecimiento de materiales a consecuencia de la postguerra, por lo que su construcción se retrasa y no existe nueva información hasta Marzo de 1948, cuando se presentan fotos de la maqueta.

LA VIVIENDA DE CHARLES Y RAY EAMES
En Enero de 1949, la revista hace un comunicado sobre el programa. A consecuencia de las dificultades encontradas para construir algunas de las casas, decide cambiar la dinámica del programa, de tal forma que cada año se dedicará a un caso concreto, seleccionando para ese primer año la Case Study House 8.

En números posteriores se aporta información sobre la vivienda, la cual se encuentra en construcción, sin seguir los planos originales de Saarinen y Eames. De hecho, el proyecto es completamente diferente y la revista no hace ninguna referencia a las razones del reestudio de la misma y de la desaparición de Eero Saarinen del equipo. La nueva vivienda responde a un trabajo conjunto de los miembros del matrimonio Eames, creando una ejemplo arquitectónico que tempranamente evolucionó a icono.

NUEVO EMPLAZAMIENTO
Aunque la vivienda se encuentra en el mismo solar, el emplazamiento varía, ubicándose entre una hilera de eucaliptos y un terreno en pendiente, cuyas tierras se contienen mediante un muro de hormigón armado que sirve a su vez de límite de la vivienda.

PROGRAMA
La vivienda y taller de los artistas Charles y Ray Eames se desarrolla longitudinalmente de manera estrictamente modular basado en la medida de una crujía estructural. Así, dos paralelepípedos quedan separados por un gran patio. El primer paralelepípedo recoge el programa de la vivienda y ocupa ocho crujías, el patio abarca cuatro crujías y el taller ocupa otras cinco crujías.

El programa de la vivienda se distribuye de la forma que se relata a continuación. Desde el vestíbulo del bloque de vivienda se accede a la izquierda a un gran salón a doble altura (Imagen 1). Un pequeño espacio a simple altura queda abierto a este salón y está destinado a actividades relajantes como la lectura, ya que invita al recogimiento. Al otro lado del acceso se ubican la lavandería, la cocina y el comedor a modo de espacio continuó y flexible (Imagen 3). Desde esta zona se puede acceder al patio (Imagen 2), el cual se puede emplear como comedor exterior disfrutando del aire libre. Una escalera de caracol, que nos remite a la primera versión del proyecto, da acceso desde el vestíbulo a la planta primera en la que se ubican los dormitorios y los baños.

En el otro bloque se ubica la zona de trabajo que cuenta con un cuarto oscuro, una zona de laboratorio fotográfico, aseos, un almacén en planta primera y el taller de trabajo a doble altura (Imagen 4).

Todos los elementos de la vivienda están diseños y pensados por el matrimonio Eames. Muebles, luminarias, objetos decorativos… participan activamente de la arquitectura creando espacios únicos.
ESTRUCTURA
Al igual que en la vivienda proyectada junto a Saarinen, el papel de la estructura en esta segunda versión es fundamental. Charles Eames aboga por una estructura metálica fabricada en serie, acorde con los preceptos del programa. Pero es más, emplea un tipo de perfilería habitual para el uso industrial adaptándolo al uso residencial. Gran parte de la estructura queda vista participando activamente en el diseño del conjunto.
Con ello demuestra que cualquier material es digno de generar una arquitectura singular, que a su vez es fácilmente reproducible y presenta una gran comodidad de montaje. Tanto es así que la estructura de la Casa Eames se levantó en muy poco tiempo. El resultado fue una consecución de pórticos, compuestos por vigas celosía y pilares H de 6 metros de luz para crujías de 2,5 metros. Una serie de cruces de San Andrés, resueltas mediante cables metálicos, ayudan a rigidizar la estructura y participan del diseño de las fachadas.

Todos los elementos estructurales están pintados en color gris grafito, a excepción de las cerchas que sostienen la cubierta, las cuales se pintan con colores primarios en diálogo con las fachadas. Dicha pintura protege la estructura de la acción corrosiva del ambiente marino, a la vez que protege frente a la acción del fuego.
FACHADAS
La estructura es perfectamente legible en las fachadas remarcando el carácter industrializado del edificio. No obstante, es palpable la influencia del movimiento De Stijl y el neoplasticismo en el diseño de las fachadas. Así, los cerramientos presentan su superficie dividida en montantes verticales y travesaños horizontales, generando una retícula ortogonal. Algunos cuadrantes están terminados mediante paneles de estuco pintados en colores primarios negro, blanco, rojo, azul y amarillo con pan de oro. Para otros cuadrantes el arquitecto selecciona paneles de Cemesto, compuestos de un corazón de Celotex revestido de amianto. Algunos de estos paneles son pintados en color blanco, aunque generalmente se deja el color propio gris claro del amianto.

Los vidrios presentan diferentes texturas dependiendo de la relación que se pretenda logran entre interior y exterior, jugando de esta forma con el grado de transparencia de los mismos. A la vez, es importante el empleo que Eames hace de los elementos textiles. Los ventanales están dotados de cortinas de lino que enriquecen notablemente las fachadas, y permiten tamizar el acceso de la luz interior, a la par que otorgar privacidad.

La Casa Eames se convirtió tempranamente en un icono del diseño y la arquitectura, acogiendo sesiones fotográficas para publicidad y moda. La vivienda, no solamente consiguió cumplir con los objetivos del programa de una manera brillante, sino que aunó las características del Mid-Century Modern, el diseño industrial y el neoplasticismo, generando un ejemplo único. La construcción pertenece hoy en día a la Fundación Eames, pudiendo ser visitada en las mismas condiciones que la disfrutó el matrimonio Eames.