Continuamos cronológicamente dando un paseo por… la evolución de la arquitectura funeraria egipcia. La pérdida hegemónica de los faraones y el ascenso del poder sacerdotal afectaron a los modelos arquitectónicos funerarios de la V y la VI Dinastías del Imperio Antiguo. Las pirámides pierden magnificencia, se crea la tipología de templo solar y los altos funcionarios construyen tumbas cada vez más grandes y complejas.
LAS PIRÁMIDES TRAS EL ABANDONO DE LA NECRÓPOLIS DE GUIZA
Los complejos funerarios de la V y VI Dinastías del Imperio Antiguo presentan continuidad formal con el esquema arquitectónico impuesto por Snefru de templo del valle, calzada ascendente, templo funerario adosado, y pirámide. Sin embargo, no se logrará la magnificencia de la IV Dinastía, debido al debilitamiento económico que conllevó la realización de los ingentes proyectos constructivos anteriores.
Sin embargo, la complejidad de las cámaras funerarias aumentará, así como el tamaño de los templos funerarios adosados. Esto puede ser consecuencia del aumento del poder sacerdotal en detrimento del poder absoluto del faraón. No obstante, la divinidad del faraón no se cuestiona, considerando al faraón “hijo de Ra”.
LA TRANSICIÓN DE LA DINASTÍA CON USERKAF
Userkaf, primer faraón de la V Dinastía abandona la Necrópolis de Guiza como lugar de enterramiento para erigir su monumento funerario en Saqqara. El complejo que sigue el esquema tradicional, presentaba una pirámide y templo funerario adosado rodeados por un muro que englobaba otras construcciones como una pirámide satélite. Sorprende la orientación del complejo de norte a sur, siendo la orientación este-oeste la elegida para este tipo de enterramientos.

Aunque el complejo se encuentra en ruinas, podemos entrever que su magnificencia queda lejos de las grandes pirámides de Guiza. Para la construcción del núcleo de la pirámide se emplearon pequeños bloques de caliza local que conseguían abaratar notablemente los costes constructivos, en detrimento de la durabilidad de los mismos. Así, al perder el revestimiento, sustraído para otras construcciones, su núcleo se degradó notablemente.
NECRÓPOLIS DE ABUSIR
El sucesor y posible hijo de Userkaf, Sahure, inauguró la Necrópolis de Abusir como lugar de enterramiento, siendo este lugar el escogido por sus cuatro sucesores. Su complejo funerario es el de mayor calidad arquitectónica, destacando el templo funerario adosado por sus grandes dimensiones y su riqueza de espacios.

El templo del valle se ubicaba en el límite de la tierra fértil y apenas quedan restos del mismo. La calzada ascendente estaba flanqueada por muros con bellos relieves y cubierta por grandes losas de piedra. Pequeñas hendiduras entre la cobertura y los muros permitían que la luz entrase iluminando los relieves, lo que dotaba al ascenso ritual de un carácter místico. Los relieves servían para legitimar la figura del faraón como rey del Imperio y dominador de los pueblos enemigos de Egipto.

Tras la calzada ascendente se llegaba a una sala abovedada del templo funerario adosado. Este templo toma como modelo el de Kefrén, pero abandona la sobriedad de éste en favor de una mayor ornamentación y refinamiento. Su arquitectura se enriquece mediante el uso de materiales de alta calidad y la inclusión de relieves bellísimos que reproducen el microcosmos.
La sala abovedada estaba pintada de color azul con estrellas, lo que simbolizaba a Nut y la bóveda celeste. Esta sala daba acceso a un patio porticado con columnas monolíticas palmiformes de granito rojo. Así, el faraón retoma la tradición del complejo de Zoser, tomando prestadas las formas naturales y vegetales y trasladándolas a los elementos arquitectónicos en piedra. Para el pavimento se empleará basalto negro que simboliza la tierra fértil del valle del Nilo. Además, el pórtico se pinta nuevamente con motivos alusivos a la bóveda celeste. El conjunto de pavimento, columnas y cubierta generan un cosmos arquitectónico, una imagen en piedra del mundo egipcio.

En los arquitrabes del pórtico se inscribirán en piedra los nombres del faraón, justo en la línea que simboliza la unión del cielo y la tierra, constatando que el faraón es el vínculo entre el pueblo y los dioses. La decoración del templo se completa con finos relieves en los muros que representaban al faraón cazando, pescando o en la batalla. Tras el patio, se ubicaba una sala con cinco hornacinas para las estatuas del faraón, quedando tras ella el santuario abovedado en el que se realizaban las ofrendas.
La pirámide del complejo funerario presenta el núcleo bastante degradado, aunque en mejor estado que el de Userkaf. Las cámaras funerarias presentan una mayor complejidad, quizás en un intento de proteger la tumba de los profanadores.
El resto de complejos funerarios de la V Dinastía siguen la línea del complejo de Sahure, encontrándose todas ellas en mal estado a consecuencia de la reutilización de sus materiales en construcciones posteriores.

LOS TEXTOS DE LAS PIRÁMIDES
A finales de la V Dinastía, los faraones abandonaron la Necrópolis de Abusir como lugar de enterramiento y retornaron a Saqqara, estableciendo continuidad arquitectónica durante la VI Dinastía. La aportación fundamental de este período es la introducción de los “Textos de las Pirámides” en los complejos funerarios. Estos textos son un conjunto de conjuros y ruegos para asegurar el viaje del faraón al Más Allá y protegerlo durante dicho tránsito. El faraón Unis fue el primero en emplearlos, convirtiéndose en práctica habitual la inscripción del texto en los pasajes, las antecámaras y las cámaras sepulcrales de la tumba del faraón.

EL CULTO A RA Y LA DOMINACIÓN SACERDOTAL: LOS TEMPLOS SOLARES
El ascenso del poder sacerdotal conlleva un notable aumento del culto al dios Ra, exaltando los faraones su faceta como hijos del dios. El nuevo poder adquirido por los sacerdotes de Heliópolis bajo el reinado de Userkaf, favorece la creación de una nueva tipología arquitectónica: el templo solar.
Estos complejos arquitectónicos cumplían la función de templos funerarios pese a encontrarse separados de los complejos fúnebres del faraón. El complejo de los templos solares presenta el mismo esquema que los piramidales, componiéndose de templo del valle, calzada ascendente y templo funerario. El templo funerario se organiza alrededor de un patio claustral con el emblema en el centro, el ben-ben, un gran pilar rectangular rematado por un piramidón, el cual se puede considerar el antecesor del obelisco.

Delante del ben-ben se ubicaba un altar de alabastro denominado heliopolitano. Las paredes del patio porticado estaban profusamente decoradas mediante relieves en los que se representaba la fiesta del jubileo del faraón y su corte. El patio recogía además la Sala de las Estaciones en las que se representaban los diversos trabajos agrícolas del año como agradecimiento al dios Ra.
La concepción espacial en el culto funerario ha cambiado radicalmente. Ra ya no mora en los oscuros santuarios de los primeros templos, sino que es adorado en un espacio abierto, bajo el cielo, en la infinitud del vacío.
Se conoce la existencia de al menos seis templos solares, pero desgraciadamente a nuestros días sólo han llegado los restos del de Userkaf y el de Neuserre.
LOS ENTERRAMIENTOS DE LOS ALTOS FUNCIONARIOS
El debilitamiento de la hegemonía faraónica provocó que la presencia de la familia real en el desempeño de los cargos administrativos del reino se redujese notablemente. El cargo de visir raramente fue ya ocupado por algún pariente cercano al faraón, y los príncipes desempeñaron puestos oficiales en contadas ocasiones. El férreo control del rey se había relajado y como consecuencia en las provincias existen prohombres que prefieren enterrarse en la propia provincia en vez de cerca de la corte. Es el primer indicio de la descentralización que va a acaecer en la VI Dinastía y que conllevará la independencia de algunos distritos provinciales.

Además, los ingentes trabajos de las pirámides de Guiza habían formado a un gran número de artesanos dispuestos a realizar excelentes trabajos en las tumbas de los altos funcionarios. Así, se abandona la sobriedad impuesta en la IV Dinastía y se recupera el esplendor representando en la arquitectura funeraria el interior de los palacios. Además se vuelve a introducir el Serdab en el programa arquitectónico.
Altos funcionarios se construyen mastabas de gran tamaño, cuya decoración rivaliza incluso con las tumbas reales. Las mastabas se enriquecen incluyendo gran número de espacios, lo que las convierte en verdaderas casas de los muertos.

La pérdida del férreo control del faraón y la independencia de algunas provincias del Imperio evidencian el derrumbe del Imperio Antiguo que dio paso al Primer Período Intermedio. El arte se vio claramente afectado por la inestabilidad política, reduciéndose el número de encargos y la calidad de los mismos.