Tras la I Guerra Mundial, la burguesía adquirió ávidamente pequeñas esculturas criselefantinas con el fin de decorar sus hogares. Estas piezas acordes al estilo Art Decó se fabricaron en serie, convirtiéndose en objetos preciosistas. En este artículo vamos a mirar… estas creaciones, descubriendo su origen y analizando la temática y las características más relevantes.
¿QUÉS ES UNA CRISELEFANTINA?
Una criselefantina es una escultura compuesta de oro y marfil. Etimológicamente deriva del nombre griego de estos dos materiales, chrysos y elephantinos. A día de hoy, el origen de dichas esculturas es incierto, existiendo ejemplos del II milienio a.C. en regiones que conformarían posteriormente el mundo griego.
Es en la Antigüedad Clásica cuando la escultura criselefantina gozó de gran desarrollo y prestigio, siendo la Athenea Parthenos de Fidias, su ejemplo más icónico. La leyenda de esta escultura instalada en el Partenón se hizo más grande aún, al tratarse de una obra perdida. Con el tiempo, se asoció el origen de esta técnica a la genialidad creativa de Fidias.

La escultura criselefantina irá perdiendo representatividad, con la excepción de ejemplos bizantinos, otonianos y carolingios. Los descubrimientos arqueológicos y la disponibilidad de materiales durante el siglo XIX impulsarán nuevamente esta técnica, acuñándose entonces el término criselefantina para todas aquellas creaciones que combinan el marfil con cualquier otro material como mármol, bronce, madera…
LOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS Y ARTÍSTICOS
A finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX, se llevaron a cabo números descubrimientos arqueológicos. Los nuevos hallazgos artísticos favorecieron que los artistas volvieran la mirada a la Antigüedad, reproduciendo aquellos modelos pasados. Importantes campañas arqueológicas se llevaron a cabo por parte franceses y alemanes en Grecia. Delos, Atenas, sacaron a la luz piezas que produjeron un gran impacto.
Pero no solamente los artistas miraron hacia el pasado, sino que los coleccionistas estaban ávidos de poseer obras procedentes de la Antigüedad. El ingeniero Achille Collas dio con la solución para satisfacer esta demanda, gracias a la invención de un aparato que permitía copiar objetos a una menor escala. La escultura decorativa se popularizó de la mano de un material económicamente asequible que presenta una buena relación maleabilidad-resistencia, el bronce.
Ahora sólo hacía falta la disponibilidad de material en abundancia para satisfacer a una burguesía ávida de estas pequeñas esculturas decorativas. Y ello vino de la mano de la Leopoldo II y su sobreexplotación indiscriminada y atroz del Congo, sus materias primas y su población. El marfil comenzó a llegar a Europa saturando el mercado, lo que abarató notablemente su precio. Además, su explotación en condiciones de exclavitud permitió que los costes de su exportación fueran mínimos. El coste del marfil se redujo hasta tal punto, que se convirtió en un material más asequible que el propio bronce. Además, el marfil africano es más grande y modelable que el indio, lo que permite dotar a las piezas de un mayor relieve. Todo estaba ya preparado para la generación de un mercado de éxito de esculturas criselefantinas.
En el panorama artístico las criselefantinas Art Decó tuvieron un precedente con artistas Art Nouveau como Théodore Rivière, Jean-León Gèrome o Ernest Barrias, los cuales utilizaron el marfil investigando en sus posibilidades plásticas. Pero es que además, los hallazgos arqueológicos confirman el empleo de la policromía en la arquitectura y la escultura de la Antigüedad Clásica, lo que abrió un importante debate estético sobre el empleo del color en la escultura moderna. Quatremère de Quincy propone la reproducción del Júpiter del Olimpo, famosa escultura criselefantina de Fidias. Y Charles Simart reproduce a mediados del siglo XIX la Athenea Parthenos del escultor griego. Las criselefantinas se consolidaron como una técnica de actualidad que permitían una policromía natural gracias a la combinación de varios materiales.

Los temas predilectos en esta época eran los mitológicos y estereotipos orientales. La figura femenina cobra un gran protagonismo siendo tratada simbólicamente en un mundo fantástico que parece real. Estos primeros ejemplos Art Nouveau tuvieron una gran acogida entre público y crítica, y sentaron las bases de las posteriores criselefantinas Art Decó.
CRISELEFANTINAS ART DECÓ
En los años veinte, se produjo su impulso definitivo, basándose en parámetros Art Nouveau, pero con características ya propias del estilo Art Decó. Entre ellas, destacaremos el abandono de la producción individual en favor de la producción en serie que permitía satisfacer la amplia demanda de la burguesía. Así mismo, las bases en las que apoyan las figuras abandonan por completo el trazo curvilíneo para acoger la pureza de líneas, la rigidez geométrica y la simetría. Estas bases consiguen resaltar la pequeña escultura otorgándole una mayor fuerza o ligereza.
En 1925 se celebró en París la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas, de la que se obtuvo el término Art Decó. Dicho evento supuso la consolidación del estilo y la consagración de artistas y artesanos. Pero no debemos olvidar que en esta misma exposición, Le Corbusier presentaba el pabellón L’ Espirit Nouveau, cuyo funcionalismo junto con otros movimientos de vanguardia influyeron también en el Art Decó.

Tras esta exposición, los almacenes parisinos se llenan de piezas Art Decó, que sirven de escaparate y facilitan la asimilación de los nuevos modelos por el gran público. Galerías Lafayette, Studium del Louvre y Au Bon Marché contaron con pabellones en esta gran exposición universal y proporcionaron gran variedad de piezas que permitieron decorar los hogares a un precio asequible. Esta sociedad burguesa desea rodearse objetos bellos, para lo que adquiere desde automóviles hasta relojes, joyas, muebles y piezas decorativas de diseño. La Primera Guerra Mundial se ha superado y existe una necesidad de celebrar el progreso mediante la adquisición de género preciosista.
TEMÁTICA
Se puede afirmar que, mientras la corriente parisina de las criselefantinas Art Decó, destacó en la plasmación de temas relacionados con la danza y la moda, la corriente alemana se inspiró más en temas relacionados con la Antigüedad Clásica y el deporte. No obstante, ambas corrientes compartieron temática en la que la verdadera protagonista era la mujer. Una mujer moderna, sofisticada, liberada de prejuicios y con una fuerte carga sexual.
DANZA
Un tema recurrente de estas esculturas es el baile y la danza, destacando entre éstos, el charlestón y el ballet. El primero fue introducido en Europa por Joséphine Baker. La bailarina norteamericana llegó a París en 1925 e introdujo este baile en los cabaret parisinos, convirtiéndose en poco tiempo en una de las artistas mejor pagadas de Europa. Ella y su baile inspiraron algunas de estas estatuillas en las que los las faldas plisadas dotan de gran movimiento a la escultura, tal como observamos en la obra “Cien pliegues” de Chiparus.

Un poco antes de la llegada a Francia de la Perla Negra, a comienzos del siglo XX, Serguéi Diáguilev fundó el Ballet Ruso, compuesto de los mejores integrantes del Ballet Imperial de San Petersburgo. La compañía realizaba representaciones que brillaban por su vitalidad y fuerza, alejándose del ballet que se realizaba en Europa Occidental. A la vanguardia de su disciplina, exploraron diferentes corrientes y se convirtieron en la compañía más importante del momento. Su contribución a la moda y la creación artística fue fundamental, influyendo notablemente en la corriente parisina de las criselefantinas Art Decó.

MODA
Desde finales del siglo XIX, hasta el período entre guerras, la reforma del vestuario femenino se convirtió en un símbolo de emancipación de la mujer. En los años 20, Coco Chanel genera un estilo informal y moderno que se va a convertir en la seña de identidad de la década. La cabaretera y posterior modista francesa supo generar un mito de sí misma, reconstruyendo a la mujer moderna que se plasmó en estas esculturas. Además, con Chanel, la moda se convierte en parte del “celebrity sistem”, inventando el chic, del cual se iba a apropiar la industria cinematrográfica.

El cine se convirtió rápidamente en un potente sistema de comunicación que permitía llevar a países muy distantes tendencias y modas. Hollywood bebió del Art Decó europeo y en pocos años lo convirtió en un estilo propio universalmente asociado al glamour. La escenografía generó espacios acordes a este estilo y surgieron verdaderas musas inspiradoras de los artistas de criselefantinas, como Marlene Dietrich y Louise Brooks.
ANTIGÜEDAD CLÁSICA
Ya se ha mencionado anteriormente la importancia que tuvieron los descubrimientos arqueológicos de la Antigüedad Clásica en la generación de las criselefantinas del siglo XIX. Más si cabe, por la asociación de su técnica con el maestro griego Fidias. El Art Decó, recoge este testigo en la reproducción de modelos del pasado, alejándose de la realidad y encaminándose a lo fantástico o al mito.

DEPORTE
La noción moderna de deporte surge en la segunda mitad del siglo XIX. Los Juegos Olímpicos se reinventar en 1896, recuperando la Antigüedad Clásica a través de la práctica deportiva. Tras la I Guerra Mundial, el deporte y las actividades físicas comienzan a convertirse en actividades cotidianas, influenciando notablemente en la moda. En el caso alemán, el espíritu nacionalsocialista que iba creciendo promulgaba la práctica del deporte como medida para la buena salud.

Estas temáticas no fueron la únicas, desarrollándose también escenas de la vida cotidiana moderna, así como referencias históricas y estéticas exóticas y orientalistas. Todo ello, reflejando la gran vitalidad y positivismo que se respiraba con la recuperación de la I Guerra Mundial.