En el artículo anterior, establecimos los antecedentes, las características y la temática más relevante de las esculturas criselefantinas del período entre guerras. En esta ocasión, nos centraremos en analizar las dos corrientes que desarrollaron esta técnica. Vamos a mirar… los artistas principales de las corrientes parisina y berlinesa, estableciendo sus particulares características a través de algunas de sus obras.
CORRIENTE DE PARÍS
La vitalidad cultural y social de la capital francesa permite una rápida recuperación tras la I Guerra Mundial. A mediados de los años veinte, París es una ciudad llena de vida y de posibilidades, un centro receptor de artistas y diferentes movimientos de vanguardia, que fomenta el desarrollo libre de la creatividad.
La vida nocturna parisina era efervescente. Los cabarés y locales no cerraban hasta altas horas de la noche, y eran frecuentados por los artistas de criselefantinas. Un ambiente intelectual, bohemio y artístico que invade la ciudad de la luz.

La corriente francesa se caracteriza por presentar figuras de gran solemnidad y gran atención al detalle. El hieratismo propio del diseño otorga fuerza a la pieza y el tratamiento casi orfebre del bronce las dota de un preciosismo único. Los acabados del bronce presentan texturas y relieves que requieren un tratamiento más manual, acercándolo a la artesanía.
DEMETER H. CHIPARUS
El artista de criselefantinas que mejor representa el espíritu parisino es Demeter H. Chiparus. De origen rumano, viaja a París en 1912 para estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes, y se topa con un hervidero cultural que le permite desarrollar toda su creatividad.

La gran protagonista de su obra es la mujer. Una mujer moderna, que viste y se expresa con libertad, mostrando abiertamente su emancipación con un toque de dominación seductora. Explotará este aspecto con especial vigor en las obras cuya temática gira en torno a la danza. Chiparus plasma fielmente el movimiento de las bailarinas así como su vestuario, dotando a las esculturas de una gran viveza.
Como materiales empleó fundamentalmente el marfil y el bronce, destinando el primero las carnosidades de la figura y el segundo a los ropajes y complementos. Destacó precisamente en el tratamiento de los ropajes, a los que dotaba de texturas preciosistas con elegantes policromías. El bronce se pintaba en frío y podía contar con esmaltaciones metálicas que contrastaban notablemente con la superficie fina, lisa y blanca del marfil.

El proceso de elaboración de las piezas por parte de Chiparus comenzaba con el modelado de la figura en plaste. Tras ello, el editor de arte de la fundición se encargaba de la coordinación del resto del proceso. Las editoras contaban con maestros experimentados en la talla de marfil y maestros fundidores, y su elección era fundamental para el resultado final de la escultura. Chiparus únicamente trabajó con aquellas de su más absoluta confianza. Antes de fundir el bronce y obtener la pieza definitiva, Chiparus repasaba minuciosamente el molde, retocando todos los detalles.
Otro aspecto que destaca en las creaciones del artista rumano es el tratamiento otorgado a las bases de las esculturas. Estos elementos más allá de ser simples soportes, participan en la composición de la figura realzándola y consiguiendo una mayor expresividad. Los materiales empleados para estas bases son mármoles italianos u ónices, y formalmente presentan dos tipologías. Así, si la figura presenta los dos pies apoyados en dicha base, ésta presentará forma cúbica o un desarrollo en escalones horizontales consiguiendo mayor sobriedad. Sin embargo, cuando la figura apoya únicamente un pie, la base toma forma de cúspide o se escalona marcando la verticalidad, lo que le da una sensación de mayor esbeltez.

CLAIRE JEANNE ROBERTE COLINET
Claire Colinet es una de las pocas representantes femeninas entre los artistas de criselefantinas. Al igual que su compañero Chiparus, su origen no es francés, habiendo nacido en Bélgica.
La obra de Colinet destaca por sus bailarinas orientales de gran exotismo y sensualidad. No debemos olvidar, que los grandes descubrimientos arqueológicos no se ciñeron únicamente al mundo clásico. En 1922, Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón. Un hallazgo sin precedentes que asombró a la sociedad del momento, ya que se trataba de la primera tumba egipcia descubierta intacta en milenios.
Colinet también abordó otras temáticas, como la mitológica. En “Valquiria”, abandona el anterior orientalismo sin perder su característica expresividad. La pieza está dotada de gran movimiento y dinamismo, que contrasta con la aparente relajación del rostro de la valquiria. El juego cromático entre la pátina negra del caballo, la dorada de los ropajes y la blancura del marfil dotan al conjunto de gran equilibrio. Las figuras de la artista belga destacaron por su energía, congelando sus figuras en posturas hieráticas cargadas de dramatismo.

CORRIENTE DE BERLÍN
Tras la I Guerra Mundial, durante el período de la República de Weimar, Berlín se perfila como una ciudad de renacimiento cultural y artístico, pese a las inestabilidades políticas y sociales del país. La ciudad alemana había crecido notablemente durante las anteriores décadas, llegando a convertirse en una auténtica metrópolis, la tercera más grande del mundo con un fuerte desarrollo industrial. Este desarrollo tecnológico propició que la ejecución de las criselefantinas germanas presentara un proceso más industrial.
Berlín y París van de la mano intelectualmente y presentan un desarrollo cultural y artístico desbordante. La emancipación femenina, la música, el baile… tienen su reflejo en los clubs, salones de fiesta y cabarés.

La corriente de Berlín destaca sobre todo en la talla del marfil, a diferencia de la francesa que se centra más en la elaboración del bronce. Sin embargo, coincide con la corriente parisina en presentar a la mujer como principal protagonista. Una mujer segura de sí misma y siempre en movimiento.
FERDINAND PREISS
Ferdinand Preiss es probablemente junto a Chiparus el artista más relevante en la creación de esculturas criselefantinas, y el mayor representante de la corriente berlinesa. Se puede afirmar que el artista alemán destacó en el tallado de marfil y en el acabado del bronce.
Preiss esculpía los rostros dotándolos de un gran naturalismo, lo que otorgaba a las piezas una mayor viveza y realismo. Su mayor fuente de inspiración fueron los espectáculos de ocio nocturno. Éste es el caso e “Balancing”, obra en la que representa a Georgia Graves mientras realiza su número en El Folies Bergére de París. Además, empleó modelos en vivo para sus realizaciones o fotografías de las abundantes revistas de moda y deportes que se editaban en aquellos años en Berlín, con el fin de dotar de mayor realismo a las figuras.

El acabado de los bronces de Preiss presenta una ejecución excelente del pintado en frío. Cuando la pieza estaba fría se aplicaba la pintura que se protegía mediante lacas y esmaltes. Estas lacas proporcionaban unos efectos metálicos vibrantes. No obstante, en ocasiones se usaba directamente una capa fina de oro o plata en vez de lacas o esmaltes.
Un aspecto que no nos pasa desapercibido del artista alemán es la estética nacional-socialista que otorga a algunas de sus figuras como “Sonny Boy”. Preiss dota a estas esculturas de una belleza atemporal que concuerda perfectamente con el ideal de pureza de raza impuesto por el Tercer Reich. Observando a este niño, es inevitable que nos venga a la cabeza la propaganda que el Partido Nacionalsocialista explotó tan eficientemente.

Estos artistas, junto con otros como Otto Poertzel, Joseph Lorenzl, Dominique Alonzo… generaron gran cantidad de hermosas piezas, alegres y vitalistas, que hicieron las delicias de sus compradores. A día de hoy, son piezas de coleccionista que pueden obtener precios muy altos en subastas. En Salamanca, en la Casa Lis, se encuentra la que probablemente sea la mejor colección pública de criselefantinas Art Decó del mundo, contando con la mayor parte de las piezas expuestas en este artículo.