Durante el desarrollo del artículo Vida en confinamiento. La arquitectura del monasterio cisterciense, consideré que sería muy interesante ampliar dicha información en el apartado qué curioso…, describiendo una jornada tipo para un monje cisterciense del siglo XII. Invito al lector a trasladarse mentalmente a un monasterio de esa época y acompañar a los monjes en sus tareas diarias.
Existía un horario de verano y otro de invierno que se adaptaban a las variaciones de la luz solar. Comenzaremos desglosando la jornada estival:
- 1:45 h.: Hora de levantarse.
- 2:00 h.: Maitines
En la iglesia se recitan salmos y lecturas que varían según los días. Al finalizar se podía dedicar un breve tiempo a la lectura. - 3:10 h.: Laudes
En la iglesia se realiza una alabanza a Dios durante la aurora. Al finalizar se podía dedicar un breve tiempo a la lectura. - 4:00 h.: Prima
Se realiza en la iglesia al salir el sol. - 4:20 h.: Reunión capitular
Reunidos todos los monjes y el abad en la sala capitular se procedía a leer el martirologio, para posteriormente, realizar una oración y la lectura de una norma de la Regla de San Benito añadiendo comentarios.
A continuación se procedía a la confesión pública de las culpas y se denunciaba a los hermanos que no hubiesen confesado las suyas.
Posteriormente se procedía a realizar diferentes anuncios que atañían a la comunidad, para finalmente, recordar a los fallecidos y recitar el salmo final. - 5:00 h.: Trabajo
En el auditorium o locutorio, el abad repartía las tareas diarias a los monjes. El trabajo se realizaba en el scriptorium u otras estancias. - 8:00 h.: Misa
En la iglesia. - 8:50 h.: Lectura
Los monjes realizaban lecturas individuales en el claustro con el fin de enriquecerse espiritualmente. - 10:40 h.: Sexta
Oración breve que se realizaba en la iglesia o en el lugar de trabajo. - 11:00 h.: Almuerzo
En el refectorio. - 11:30 h.: Siesta
Descanso en el dormitorio. - 13:30 h.: Almuerzo
Se realizaba en el refectorio y constaba de una generosa ración de pan, dos platos de legumbre cocida y fruta del tiempo. En días especiales se podía comer pescado y queso. La ingestión de carne estaba prohibida, castigándose su ingesta con ayuno. Como bebida se servía un cuarto de litro de vino por comensal.
Antes de entrar en el refectorio se realizaba el lavado de manos, estando los platos ya servidos cuando los monjes entraban al mismo. Se bendecía la mesa y se comenzaba a comer cuando el prior descubría el pan. Se comía en silencio, leyendo un monje desde el púlpito. - 14:00 h.: Nona
Es similar a la sexta, se realiza en el lugar en el que se encuentre. - 14:00 h.: Lectura
Los monjes realizaban lecturas individuales en el claustro con el fin de enriquecerse espiritualmente. - 14:30 h.: Trabajo
- 18:00 h.: Vísperas
Dura media hora y tiene gran relevancia, realizándose en la iglesia. - 18:45 h.: Cena
Al igual que el almuerzo se realiza en el refectorio y consta de verdura y fruta acompañada del pan que sobró en el almuerzo. - 19:30 h.: Completas
Breve oración en la iglesia, tras la que se recibía la bendición del abad y los monjes se retiraban al dormitorio. - 20:00 h.: Hora de acostarse
Dormían todos juntos vestidos y ceñidos por el cíngulo en una misma sala, salvo el abad. Disponían de una estera, una sábana, una manta gruesa y una almohada.
Así finalizaba una jornada estival en un monasterio cisterciense, pero ¿cómo se desarrollaba la jornada en invierno?
- 1:20 h.: Hora de levantarse.
- 1:35 h.: Maitines
- 7:00 h.: Laudes
- 8:00 h.: Prima
- 8:20 h.: Misa
- 9:20 h.: Tercia
- 9:45 h.: Capítulo
- 11:20 h.: Sexta
- 13:00 h.: Nona
- 13:30 h.: Almuerzo
- 15:30 h.: Vísperas
- 16:00 h.: Completas
- 16:30 h.: Hora de acostarse
Tras la revisión de la jornada del monje cisterciense y algunos pequeños apuntes de su estilo de vida, ¿qué opina el lector al respecto? Seguro que muchos de ellos verán sus días de confinamiento obligatorio por covid-19 mucho más confortables después de esta lectura.